Una de las cosas que tuve que aprender desde el principio de operar en bolsa, sobretodo con CFDs, fue la cantidad de efectivo a colocar en una operación. Con compras y ventas en efectivo, las habituales sobre valores, es decir, compro y vendo cuando sube, me resultaba más sencillo. Tanto que no seguía ningún criterio. Lo único que hacía era diversificar convenientemente. Pero cuando entré en los CFDs me di cuenta de que esa decisión era más crítica de lo que imaginaba.
Para saber cuánto he de colocar en una operación tengo en cuenta lo siguiente:
- Efectivo total disponible para las operaciones
- Porcentaje de ese efectivo que estoy dispuesto a perder si la operación sale mal
- Distancias mínimas de stop
- Costo del índice o valor en el que voy a operar
Efectivo disponible
Como es sabido, hay que abrir una cuenta en el broker con el que se va a operar y poner allí una cantidad de dinero. Este será mi efectivo disponible. Siempre, siempre, ha de ser un efectivo que no necesite para nada. Es decir, es un dinero que destinaré a eso, a operar, y si lo pierdo lo único que me va a pasar es que me dolerá en el alma, pero nunca, nunca puede suponer un endeudamiento, ni dejar de pagar gastos por no tener dinero, ni recibos, ni dejar de comer. El efectivo para operar es sólo para operar, no lo voy a restar de ningún otro concepto de mi vida diaria.
Dicho esto, el efectivo puede utilizarse para un instrumento o puedo dividir (mentalmente) la cantidad total en partes y destinar cada parte a un instrumento distinto. Yo, de momento, utilizo todo el efectivo que asciende a 1500 euros (bueno, ahora un poco menos porque estoy en racha negativa, nif nif)
Porcentaje a arriesgar
Mi experiencia aún tiene que mejorar con lo cual sólo arriesgo un 2 por ciento del total. Así que como mi efectivo asciende a 1500 euros, lo que estoy dispuesto a perder está en torno a 30 euros. Esto significa que en cualquier operación que salga mal estoy dispuesto a perder un máximo de 30 euros.
Este porcentaje entra dentro de lo que se llama money management, que es uno de los puntos a tener en cuenta en el trading. La gestión del dinero, o del efectivo disponible, es esencial para no acabar en la cuneta en pocas sesiones.
Distancias mínimas de stop
Con un contrato, cada punto que se mueva el Ibex equivale a un euro. Con lo cual, si estoy dispuesto a perder un máximo de 30 euros por operación, mi stop loss inicial, con 1 CFD, estará a un máximo de 30 puntos de entrada. Si abro una operación con 2 contratos, mi punto de stop loss estará a 15 puntos (30 euros / 2 CFDs = 15 puntos), si abro con 3 contratos, mi stop loss estará a 10 puntos. Como sé que un stop demasiado cercano a mi punto de entrada o de un soporte o de una resistencia o de un canal, es pasto del mercado, tengo que asegurarme de que mi stop loss no saltará nada más entrar, así que tengo que colocarlo a una distancia prudencial. Con lo cual he elegido 30 puntos y por tanto 1 sólo CFD en cada operación.
Cuando mi efectivo ascienda a 3000 euros, al haber doblado la cantidad, podré doblar los contratos, mantener el porcentaje máximo de pérdida que subirá a 60 euros y mantener mi stop loss a 30 puntos. Con lo cual solamente con doblar los contratos en cada operación podré mantener mi money management y seguir operando de la misma forma.
Costo del instrumento
Supongamos el valor de cierre del IBEX de hoy 9030. Un contrato vale 9030 euros. Como el broker me pide para el IBEX una garantía del 0.50%, si abro la operación con 10 contratos, la garantía será de 451,4 euros. Me parece una cantidad excesiva para el efectivo que tengo disponible. Cualquier variación en contra de mi posición hará que mi cuenta fluctúe peligrosamente hacia el mínimo que el broker tiene estipulado para cerrar la operación automáticamente. Con lo cual 10 contratos son demasiados, no me lo puedo permitir.
Voy a calcularlo al revés. Si mi límite de pérdida está en 30 euros, ¿cuánto representa esto respecto del valor del índice? Pues sólo que un 0,3%. Cómo la garantía para abrir una operación es de 0,5%, no podría abrir una operación. Así que debo abrir con el mínimo de contratos que se permite, que es 1. Y la garantía requerida en este caso es de 45,14 euros.
Conclusión
No hay que tener vergüenza, ni pensar que vaya cutrada operar con sólo un CFD. Es mi límite, es mi operación y es mi dinero. Si consigo crear un buen sistema de trading con 1 contrato, me servirá para 2, 3, 10 y 100 contratos más adelante. Pero hasta entonces, es muy cómodo operar con una garantía tan baja, con un riesgo tan bajo y eso permite estar bastante tiempo en el mercado sin que literalmente me vuelen la cuenta de efectivo y lo que es más importante, preservando el capital de inversión y el corazón intactos.
viernes, 17 de abril de 2009
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